miércoles, 22 de enero de 2014

¿Por qué debemos desconfiar de las ofertas, los precios excesivamente bajos y las garantías "para toda la vida" de los tratamientos dentales?



Es por todos conocido que en los últimos años se ha producido una revolución en el mundo de la odontología en materia de marketing empresarial, encabezado por las principales franquicias dentales de nuestro país, aunque ya podemos ver algunas pequeñas clínicas privadas sumarse a esta tendencia. Hemos sido testigo de un auténtico bombardeo de anuncios, ofertas de 2x1 y promesas de garantía casi imposibles de tratamientos a través de una publicidad agresiva, en la que parece no tenerse en cuenta la calidad del tratamiento si no únicamente el precio, teniendo como principal objetivo el aumento de ingresos. Por lo que debemos preguntarnos, ¿Es realmente una forma ética de actuar? ¿Dónde está el límite de esta publicidad tan agresiva y en muchas ocasiones, engañosa? ¿Acaso estas prácticas no desvirtuan la profesión, y la reducen a un mero trámite comercial?.

Detrás de cada oferta, de cada precio excesivamente bajo, por regla general, hay una disminución de la calidad, bien sea a nivel de materiales odontológicos o incluso de atención al paciente. La información sobre las características de un tratamiento deben ser explicadas única y exclusivamente por un odontólogo o médico estomatólogo titulado, no por una persona del departamento de ventas de la clínica. Ya que solamente el profesional es el que posee los conocimientos y las capacidades para diagnosticar y aconsejar a los pacientes sobre que tratamiento es más adecuado en cada caso. Ante la duda de si la persona que nos está atendiendo es odontólogo o estomatólogo, estamos en todo nuestro derecho de preguntarlo y pedir un número de colegiado que lo acredite. Si esto no sucede así, y es un comercial el que nos informa y nos aconseja, probablemente no tomemos las decisiones más favorables a nuestra salud y nos veamos inmersos en financiaciones y pagos por adelantado de tratamientos que no necesitamos.

Para poder reducir precios, las clínicas que publicitan tratamientos claramente atractivos al bolsillo, se ven en muchas ocasiones, obligadas a ahorrar en material y en instrumental, por lo que la calidad del trabajo queda en entredicho, siendo nuestra salud la que paga la diferencia. 

No te dejes influenciar por la publicidad y las promesas de tratamientos gratuitos, es tu salud la que está en juego. No es posible garantizar un tratamiento para siempre, ni siquiera tus propios dientes cuentan con esa garantía, por eso es importante acudir a revisiones cada 6 meses para que tu dentista de confianza realice los chequeos pertinentes.
Y recuerda: Tu boca no está de oferta.


Clínica Dental Lucero



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